La edad Media y armas usadas

La expresión «Edad Media» ha sido empleada por la civilización occidental para definir el periodo de 1000 años de historia europea entre el 500 y 1500 d. C. EL inicio de la Edad Media está señalado por la caída del Imperio Romano Occidental, generalmente tomado como el fin de la historia clásica antigua. El inicio del Renacimiento (de Europa) marca el final de la Edad Media.

Entre los acontecimientos que determinaron el final de este periodo destacan la caída de Constantinopla en 1453; la utilización por primera vez de la imprenta en 1456; el descubrimiento de América en 1492; la Reforma Protestante iniciada por Lutero en 1517, y el florecimiento de las artes en Italia. La Edad Media se sitúa, por lo tanto, entre lo que conocemos como historia antigua e historia moderna.

En Asia y Oriente Medio, este periodo histórico no entra fácilmente dentro del concepto europeo de Edad Media. China evolucionó paulatinamente desde los tiempos prehistóricos hasta el comienzo de la historia moderna occidental sin los bruscos cambios que tuvieron lugar en Europa. El poder en China estuvo en manos de diferentes dinastías y también fue víctima de invasiones, pero su cultura fundamental progresó de una manera estable.

Japón también se desarrolló a un ritmo estable y sin interferencias. La historia de Oriente Medio se adapta un poco más a la Edad Media europea, al tratarse de zonas más cercanas y entre las que el contacto era continuo.

La Baja Edad Media

Esta época fue testigo de un extenso movimiento de ruptura por toda Europa y de la sustitución de la cultura romana, predominante hasta el momento, por la de las tribus germánicas. Durante 500 años, Europa había sufrido continuas guerras e invasiones. Sin embargo, la vida del campesinado no cambió básicamente y se acabó recuperando la estabilidad social y cultural, aunque con carácter diferente. Alrededor del año 1000, los europeos estaban creando una nueva civilización medieval que sobrepasaba a la antigua en casi todos los aspectos.

Las guerras en la Edad Media

La visión tradicional y popular de las guerras europeas de la Edad Media sostenía que, entre el 800 y el 1400, los guerreros a caballo eran los amos de los campos de batalla. Los caballeros, protegidos con armaduras de placas, se lanzaban a la carga con sus lanzas desperdigando, ensartando y arrollando a la infantería que encontraban a su paso, mientras corrían al encuentro de sus afines para decidir el resultado del combate.

La era de los caballeros habría tocado a su fin cuando la infantería recobró su papel predominante en la batalla gracias a las nuevas armas (armas de fuego) y al desarrollo de técnicas más avanzadas (formaciones compactas de piqueros) Esta imagen fue alimentada por el arte y las limitadas crónicas de la época, que reflejaban a los nobles a caballo ignorando a los plebeyos y a los campesinos que luchaban a pie.

Pero esta visión de poderosos caballeros y de batallas que consistían principalmente en cargas de caballería es falsa.

Las tropas de infantería eran un importante componente de todos los ejércitos durante la Edad Media. Estos contingentes luchaban cuerpo a cuerpo y como tropas de artillería (con arcos de varios tipos y más tarde con pistolas). Estos soldados eran cruciales para ambos bandos en los asedios contra castillos y ciudades fortificadas.

Las guerras en la Edad Media consistían fundamentalmente en asedios de algún tipo. Los enfrentamientos entre ejércitos en terrenos al descubierto eran infrecuentes. Los ejércitos jugaban una especie de partida de ajedrez, maniobrando para tomar importantes castillos y ciudades mientras evitaban enfrentamientos que pudieran suponerles excesivas pérdidas.

En las escasas ocasiones en que tenía lugar una batalla campal, los caballeros podían llegar a ser devastadores. Una carga contundente de caballeros armados era una fuerza de gran poderío. Resultaba más probable, sin embargo, que la victoria fuera para el bando que hiciera mejor uso de los tres principales componentes del ejército: los grupos de infantería, las tropas de artillería y la caballería.

También eran factores importantes el uso inteligente del terreno, la moral de las tropas, el liderazgo, la disciplina y la táctica militar.

Aplicación de las matemáticas en la edad media y la fabricación de las armas.

En el texto sobre la Edad Media, se pueden identificar algunas aplicaciones de las matemáticas. A continuación, se presentan algunas posibles áreas donde las matemáticas podrían haber sido utilizadas:

  1. Cronología y periodización: La división del tiempo en periodos históricos, como la Edad Media, implica un enfoque cronológico y la utilización de sistemas de numeración y cálculo para establecer fechas y duraciones precisas.
  2. Estadísticas demográficas: El estudio de la población y los cambios demográficos en la Edad Media podría haber requerido análisis matemáticos, como el cálculo de tasas de natalidad, mortalidad y crecimiento de la población, así como la estimación de tamaños de población basados en datos limitados.
  3. Economía y comercio: La economía medieval, incluido el sistema feudal y el comercio, pudo haber implicado cálculos matemáticos relacionados con el intercambio de bienes, el cálculo de precios, la contabilidad y las transacciones comerciales.
  4. Arquitectura y construcción: En la Edad Media, la construcción de catedrales, castillos y otras estructuras requería habilidades matemáticas para el diseño y la planificación, incluyendo cálculos de geometría, proporciones y resistencia estructural.
  5. Tácticas militares: En el contexto de las guerras medievales mencionadas en el texto, las tácticas militares podrían haber implicado estrategias matemáticas, como la estimación de distancias, el cálculo de ángulos y trayectorias de proyectiles, y la planificación de movimientos y formaciones.

Estas son algunas posibles aplicaciones de las matemáticas en relación sobre la Edad Media. Sin embargo, es importante destacar que no se proporciona información detallada sobre cómo se utilizaron específicamente las matemáticas en este periodo, ya que el enfoque principal del texto es proporcionar una visión general histórica.

Tecnología en la edad media

A finales de la Edad Media, la ciencia en Europa no sólo había alcanzado el nivel de la antigüedad, sino que lo había sobrepasado. Los hombres de esta época se interesaban por una tecnología práctica, no teórica. Buscaban formas distintas de hacer las cosas para facilitar la vida y desarrollar los negocios. Se interesaban por el mundo natural e intentaban entenderlo porque tenían cada vez más tiempo libre para dedicarse a su observación

Cuando los cristianos recuperaron las tierras de la Península Ibérica y Sicilia, adquirieron de los musulmanes las bases de las matemáticas y las ciencias. Desde principios de la Edad Media, los musulmanes habían estudiado activamente las ideas antiguas y nuevas provenientes de Asia. Los musulmanes nos dejaron como herencia el sistema numérico arábigo, utilizado hoy en día, y el concepto del cero, inventado en la India.

La investigación práctica empezó a retar a la lógica en una búsqueda para entender las leyes de la naturaleza. Se reconoció el valor de la observación, la experimentación y la evidencia empírica (contable) como bases y métodos de prueba de teorías. Esto dio lugar al método científico que sería característico del Renacimiento y del que parte la investigación científica moderna. Los griegos de la antigüedad ya habían sugerido el método científico, pero finalmente éste había sido desechado y olvidado.

La tecnología y la matemáticas en la edad media

Durante la Edad Media, las matemáticas y la tecnología se entrelazaron de manera significativa, sentando las bases para importantes avances en diversos campos. A pesar de que el conocimiento matemático no se desarrolló tanto como en otras épocas, las matemáticas jugaron un papel fundamental en el desarrollo de la tecnología medieval. A continuación, se presentan cinco ejemplos destacados de la relación entre las matemáticas y la tecnología en la Edad Media:

  1. Arquitectura gótica: La arquitectura gótica se caracterizó por la construcción de imponentes catedrales y castillos. La utilización de arcos apuntados, bóvedas de crucería y contrafuertes se basó en principios matemáticos y geométricos. Los arquitectos medievales aplicaron conceptos como la proporción áurea y la simetría para lograr estructuras estables y estéticamente agradables.
  2. Construcción de puentes: Durante la Edad Media, se construyeron numerosos puentes que permitieron la conexión y el transporte en diferentes regiones. La construcción de puentes requería conocimientos matemáticos, especialmente en la geometría y la resistencia de materiales. La aplicación de cálculos matemáticos precisos fue fundamental para garantizar la solidez y la seguridad de estas estructuras.
  3. Astrolabio: El astrolabio fue un instrumento utilizado en la navegación y la astronomía durante la Edad Media. Basado en conceptos matemáticos y trigonométricos, el astrolabio permitía determinar la posición de las estrellas y los astros en relación con un punto de referencia en la Tierra. Este dispositivo fue de gran importancia para los navegantes y astrónomos medievales.
  4. Relojería mecánica: Durante la Edad Media, se produjeron importantes avances en la construcción de relojes mecánicos. Estos dispositivos requerían conocimientos matemáticos para el diseño de engranajes, levas y ruedas dentadas. La precisión en la medición del tiempo dependía de los principios matemáticos aplicados en la construcción de estos relojes.
  5. Avances en la cartografía: Durante la Edad Media, la cartografía experimentó un desarrollo significativo. Los cartógrafos medievales utilizaron técnicas matemáticas, como la proyección y la triangulación, para representar con mayor precisión la forma y la ubicación de los continentes y los océanos. Estos avances en la cartografía fueron fundamentales para la expansión de los viajes y el comercio en la época.

En resumen, las matemáticas desempeñaron un papel esencial en el desarrollo tecnológico de la Edad Media. Desde la arquitectura hasta la cartografía, la aplicación de principios matemáticos permitió avances significativos en la construcción de estructuras, la navegación y la representación del mundo. La relación entre las matemáticas y la tecnología en este período sentó las bases para los futuros desarrollos científicos y tecnológicos.